En el sector sanitario, la mayoría de los incendios se originaron por causas relacionadas con la electricidad, sobre todo a lo largo de los cabeceros de las camas en las zonas de atención al paciente, ya que estas áreas se caracterizan por una alta densidad de oxígeno, equipos complejos, la presencia de una red de cables y el uso abundante de productos químicos altamente inflamables y desinfectantes de manos. Normalmente, un panel de pruebas consta de secciones modulares (normalmente de 4 a 14 números), para la alimentación de monitores, ventiladores y desfibriladores, así como puntos para la iluminación, la comunicación y los sistemas de evacuación de gases, líquidos y anestesia. Aunque estas unidades principales funcionan de forma fiable y segura, no es posible excluir por completo las fugas de estas salidas de gas. Asimismo, siempre existe la posibilidad de que se produzcan chispas o cortocircuitos en dispositivos eléctricos o tomas de corriente debido a un equipo defectuoso o a un mal funcionamiento repentino del equipo de trabajo. Así, la disponibilidad de un entorno rico en oxígeno, la complejidad de los equipos y los materiales altamente inflamables pueden convertir fácilmente una chispa relativamente inofensiva en una llama y una rápida ignición de los materiales.

Este estudio de caso pretende evaluar la causa raíz de un incidente de incendio notificado en uno de los paneles de cabecera del Centro de Traumatología Avanzada (ATC) de un hospital terciario del norte de la India.